Respeto a la colmena como organismo: en un enjambre, el individuo no es la abeja, sino el enjambre mismo, por ello es grave disturbar innecesariamente el orden de la colmena.

Respetar el instinto de enjambrazón, dejando a las abejas criar sus reinas en el momento que consideren idóneo y hacer nuestros enjambres a partir de estas reinas. Según Steiner, la cría artificial de reinas debilitaría hasta tal punto a las abejas que en el plazo de 100 años estarían en peligro de desaparecer. Un dato curioso porque casi 100 años después estamos en esa situación.

Respeto al instinto de segregación de cera, dejando a las abejas que elaboren sus propios panales al menos en el núcleo de la colmena en lugar de ponerles láminas de cera estampada. Ellas saben mejor que nosotros la forma, el tamaño y la orientación exacta que deben dar a los panales.

Respetar los tiempos y los días idóneos para trabajar con las abejas. Mediante el uso del Calendario Biodinámico se puede abrir la colmena sólo en los días en que el influjo de la energía cósmica es favorable para sus trabajos.

Aplicar los preparados biodinámicos en el entorno del colmenar con la intención de captar determinadas energías del Cosmos que en cada momento del año benefician a las colmenas y a la biodiversidad en general.

Para conocer más sobre Biodinámica, podéis visitar la página de la Asociación Biodinámica de España, o la de la Editorial Rudolf Steiner, que están en nuestra sección de enlaces.